miércoles, 8 de febrero de 2012

¿Qué piensa Dios de los Homosexuales?


Esta es Una Recopilacion de "Lucas Leys" y Quiero Compartirlo Con mis Lectores...


Responde Lucas Leys:
Dios ES amor. Él ama aún al pecador y no hay nada que pueda separarnos de su amor (Romanos 8:35; 1 Corintios 6:11). Por eso me pone incómodo cuando escucho a cristianos hablar con desprecio respecto a alguna persona homosexual. Cristo murió por los homosexuales igual que murió por mí y por ti.
Ahora, seamos claros. Esto no significa que Dios aprueba su conducta sexual. Amar a alguien no significa que estemos de acuerdo con todo lo que esta persona hace. Yo amo a mi hijita Sophia pero si la veo sucia le voy a querer dar un baño.

¿Qué dice la Biblia de la sexualidad entonces?
Dios quiere lo mejor para la vida del ser humano y creó un plan para su sexualidad. La Biblia nos enseña que el sexo fue creado para disfrutarse entre un hombre y una mujer con el fin de procrear. Leemos el libro de Cantares y allí se nos habla del disfrute de la sexualidad. Leemos Génesis y vemos que en cuanto comienza la historia Dios le indica a Adán y Eva que deben multiplicarse.
El Nuevo Testamento agrega que las relaciones sexuales entre el hombre y la mujer deben ser reservadas para el vínculo matrimonial en un acuerdo creado entre un solo hombre y una sola mujer. ¿Por qué? Porque nuestra sexualidad es demasiado íntima como para andar compartiéndola sin todas las seguridades emocionales, sociales y espirituales que provee el matrimonio.
Un amigo me contó la siguiente historia:  "En la escuela teníamos un compañero homosexual. El nunca quería pasar demasiado tiempo con nosotros porque no había día que no le hiciésemos alguna burla. Pero lo que más odiaba era venir a deportes. Más de una vez lo acorralamos en la esquina del vestuario y lo golpeamos con toallas mojadas. Yo no estaba el día que mis compañeros se pasaron con las bromas y burlas, pero sí estaba al día siguiente cuando una de las autoridades nos juntaron a todos en el salón de actos para anunciarnos que a las 2:30 de la mañana nuestro compañero se había suicidado. ¿Y sabes que Lucas? también fue mi culpa".
Le pregunté a mi amigo por qué decía que había sido su culpa si no había estado allí cuando los otros muchachos se excedieron con las burlas hacia el joven. "Es que soy cristiano" me dijo. "Yo debí haberlo defendido y protegido de las burlas. Debí haberle enseñado el camino correcto y sobre todas las cosas debí haberle mostrado el amor de Dios. Eso es lo que Jesús hubiera hecho".
Mi amigo tenía razón. Debemos hacerlo mismo que hubiera hecho Jesús, amar sin condiciones a la vez que corregimos con amor. Eso hizo Jesús con la mujer adúltera, con Zaqueo, Mateo y con el resto de los discípulos.

¿Cómo ayudo a alguien que está luchando con tendencias homosexuales?
He hablado con muchos jóvenes que me han confesado tener tendencias homosexuales manifiestas en fantasías o hasta en alguna experiencia. Una y otra vez les ayudo a diferenciar su identidad de sus conductas. ¿A qué me refiero? Al comenzar la adolescencia comienza una preciosa aventura por definir la identidad de tus conductas. En esta etapa es normal que haya muchas preguntas respecto a la sexualidad y es muy probable que tus hormonas produzcan mucha excitación. En medio de esta vivencia algunos experimentan sensaciones pasajeras fruto de los cambios físicos y emocionales que están ocurriendo. Muchos adolescentes se convencen de que porque tuvieron alguna de estas sensaciones, como sentirse atraídos a un amigo del mismo sexo o tuvieron alguna fantasía ya no tienen salida ¡Eso es un error!
Varios estudios indican que muchas personas heterosexuales en la adolescencia han experimentado sensaciones confusas que con los años y la adultez, simplemente descartaron.
Todos podemos decidir qué hacer con nuestra sexualidad no importa cuáles sean nuestras tentaciones, sensaciones o fantasías. La verdad del amor de Dios libera a las personas de creer que porque experimentaron estas "tendencias" ya están presas de esa identidad. Dios les dio un cuerpo, una mente y voluntad para decidir por el mejor camino.
Lo que debemoa hacer es siempre poner estas cuestiones en las manos de Dios. El es el que nos diseñó y sabe lo mejor para nosotros. Homosexuales o heterosexuales todos debemos aprender a sujetar nuestra sexualidad al plan de Dios.

Biblia G3 de Crecimiento Juvenil Nueva Versión Internacional, Editorial Vida Miami Florida. usado con permiso Reservados Todos los Derechos La Santa Biblia Nueva Versión Internacional 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional. www.bibliag3.com

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